jueves, 30 de mayo de 2013

Iceberg

-Y mira que me visto con sonrisas que no son de imitación (ni la tienen) y sobrevivo a base de resquicios de positivismo olvidados en un helado, o en planes de cinco segundos en batallón... mira que poseo la fuerza suficiente para compensar siempre mi balanza y que me he hecho experta en ignorarme y engañarme con sobredosis de ocupación... Pero debe ser que el frío helador de este invierno, ha hecho más consistente este iceberg del que solo asoma una octava parte y los augurios de ausencia de verano no pronostican un mar en calma.    Y no paran de brotar las ganas de llorar. Sólo tú podías construir algo tan solido en mitad de la marea, y quizás por eso siempre tuviste tanto respeto al agua..ahora entiendo por que te doy miedo, si soy capaz de darle vida a la vida y tragármela en un instante...Entonces debo haber muerto ya y todavía no me he dado cuenta...Se supone que el hielo anestesia, que dejas de sentir, que ahí dentro de ese bloque compacto no puede crecer ningún sentimiento. Pero el frío solo congela los primeros minutos, luego, a las horas, a los días, a los meses... el hielo quema, arde, abrasa...por eso no va a derretirse.. Siempre me ha faltado fuerza para hablar de mi misma, yo me ahogo de solo pensarlo, no puedo hablarte de quien soy o que siento, no puedo ser tan transparente en palabras escritas con este telón de fondo, por eso siempre te faltarán las otras siete partes de este iceberg...siete...- acertó a decir ella